Tras el merecido reposo y su ligereza vacancional, el resto torpe y bravo de un simio desbravado se cercena las yugulares flotando en un vaso de gazpacho. El frío debate entre la vida y la muerte centra el reflujo neuronal, aprisiona los cráneos malformados dejados ingenuamente a secar al sol, los deprime en su oportunidad de salvar el bache a favor de la vida, cercena el hueco yermo de sus occipitales y aspira... (ay) Con lentas uñas arañan el verano y sus secuaces, gritan como ha gritado el fuego al arder escapado, fugitivo, abrasado(...) Lamen la espalda del tiempo y empujan con todo su peso el frágil proceso del derrumbamiento, el cataclismo, la difteria de un nuevo amanecer. Lisa y Yanamente se fueron a bañar, Lisa se ahogó, ¿quién quedó? En cuanto al rResto, rresultó rrabiosamente rrevenido, y así afilamos en corro las flechas de la debacle susurrando canciones de hoguera y regando los gladiolos con coñac.
¡Ponte de rrodillas, mamón!
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